La inversión en los tiempos del cambio climático

Nov 3, 2016 | Comunidad Informativa, Loreto, Noticias

Imagina que has sido designado para conducir el país y tienes la misión de que se desarrolle a pesar de las crisis internacionales. Promover inversiones disminuyendo riesgos es la primera respuesta que encuentras para que la economía de los peruanos se mantenga estable, y sabes que las consecuencias del cambio climático son los nuevos riesgos con los que debes lidiar en tus planes, ¿pero cómo?…

La economía del Perú se basa en materias primas, eso no es novedad. Las actividades de extracción y comercio de petróleo, gas, minerales, entre otros, deciden si las grandes cifras del país arrojan azul o rojo; pero su misión de fondo no es lograr subir de nivel en un ranking de países o arrojar un número favorable en un indicador anual internacional.

El fin último de las inversiones es lograr que los peruanos tengan acceso a cada vez más oportunidades: mejores trabajos, mejores estudios, mejor acceso a salud, más estabilidad, mayor tecnología… en suma más de todo aquello que decidamos que nos hace felices, el llamado “desarrollo”. Y esto aplica para todos, pero con mayor énfasis para quienes viven en las zonas donde se ejecutan los proyectos de inversión, dado que son quienes conviven con ellos y a menudo deben hacer cambios en su vida para que se lleven a cabo.

a_liliana_garcia_darFoto: Liliana García /DAR

Asimismo, los proyectos de inversión no se desarrollan en espacios vacíos. A menudo se dan en lugares donde existen bosques, ríos, lagunas, especies silvestres de flora y fauna -algunas de ellas en peligro de extinción-, etc.
En suma, se dan en medio de un conjunto de elementos únicos que nos resultan útiles, pues regulan el clima y ofrecen oxígeno, agua y alimento para el consumo humano; incluso ofrecen oportunidades para la economía (son base para el turismo, cadenas productivas, industria gastronómica, mercado de carbono, etc. ) y por lo tanto, necesitamos mantenerlos.

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Foto: Pablo Puertas

Partimos entonces del consenso general de la importancia de las inversiones, pero asegurando que éstas apunten al desarrollo local, a la sostenibilidad ambiental, y a dar seguridad y confianza a la población. Esta misma confianza es exigida por los inversionistas al Estado, pues necesitan estabilidad para invertir en nuestro país.

Nuevos riesgos, nuevas oportunidades

A partir del 07 de noviembre, en Marruecos se estará realizando la cumbre climática internacional más grande del año, la COP 22, que reúne a más de 190 países en la búsqueda de acuerdos para limitar el avance del cambio climático. Esto es un signo de la trascendencia de las consecuencias que este fenómeno viene cobrando a nivel mundial. Como muestra, en el Perú, el monto total de los daños ocasionados por el Fenómeno del Niño de 1997-1998 fue alrededor de los US$3,498 millones (EIRD).

En ese sentido, no es extraño que una evaluación de los impactos de los eventos climáticos extremos en los proyectos de inversión pública de cuatro sectores en Perú -agricultura, energía, saneamiento y transporte- realizada por el Ministerio de Economía y Finanzas en el año 2008, señale que es rentable para los proyectos considerar medidas para enfrentar los riesgos del cambio climático, ya que ello permite evitar pérdidas por reconstrucción o por la paralización del proyecto –la que puede llegar a costar un promedio de US$ 6 millones por día en nuestro país (RPP, 24 de octubre de 2016).

Entonces, una clave para ahorrar estos costos innecesarios y sentar mejores condiciones para inversiones sostenibles es incorporar medidas para enfrentar y disminuir las consecuencias del cambio climático desde la etapa de planificación de las actividades económicas. Y esto se puede lograr aplicando una herramienta ya establecida en el marco jurídico nacional: La Evaluación Ambiental Estratégica – EAE.

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Foto: Liliana García/DAR

La EAE es una herramienta de planificación ambiental a gran escala que tiene como resultado la formulación de Programas de Gestión Socio-Ambiental (PGSA) que complementan los planes de inversión mediante estrategias para cubrir las demandas y las necesidades inmediatas de la población; demandas que deben ser identificadas con anticipación para contribuir a evitar posibles conflictos sociales.

Los PGSA se pueden enfocar en el desarrollo económico, mediante la provisión de infraestructura y financiamiento, apoyo a negocios emergentes, apoyo a mejorar los servicios regulatorios que faciliten negocios, formación de asociaciones de productores, entrenamiento en desarrollo económico local, entre otros. Por otro lado, los PGSA pueden promover la provisión de servicios básicos como agua potable, electricidad, entre otros.

De esta manera se revierte la actual ausencia del Estado, por la cual las empresas se ven en la obligación de asumir funciones –y costos- que no les corresponden, lo que no da pie a un adecuado clima para el desarrollo de inversiones.

Actualmente en Loreto, como resultado de la aplicación de una EAE al Plan de Desarrollo Regional Concertado de Loreto se han identificado quince PGSA que ayudarían a contrarrestar los impactos negativos de distintos megaproyectos priorizados en dicha región.

Dicha EAE fue realizada por el Gobierno Regional de Loreto y el Ministerio del Ambiente, con el apoyo de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales – DAR, asociación civil sin fines de lucro comprometida en construir la gobernanza, el desarrollo sostenible y la promoción de los derechos indígenas en la Amazonía (www.dar.org.pe).

Evaluación Ambiental Estratégica y Cambio Climático

e_charles_petersonFoto: Charles Peterson vía Flikr

Si no se considera la variable del cambio climático en la planificación del desarrollo se aumentan los riesgos socioeconómicos y ambientales para las inversiones. Aunque parezca que ello pueda ocasionar retrasos, ejemplos en el mundo han demostrado que los eventos climáticos extremos, como los huracanes, afectan seriamente las carreteras y servicios básicos de electricidad, agua potable, entre otros. El Huracán Katrina en el 2005 dejó inoperables los sistemas eléctricos de provisión de agua potable de varias ciudades en Estados Unidos (IPCC, 2007).

En ese sentido, la EAE también debe ayudar a integrar la variable de cambio climático y las estrategias de adaptación y mitigación en las políticas, planes y programas – PPP sobre minería, hidrocarburos, transporte, energía, etc.

Como primer paso, la EAE podría ayudar a identificar la información sobre adaptación con la que se cuenta en el espacio geográfico donde se va a desarrollar el plan, que debe considerar como mínimo la identificación de escenarios climáticos, análisis de servicios de los ecosistemas, análisis de sensibilidad por sectores, análisis de vulnerabilidad y capacidad de adaptación.

Con esta información, la EAE puede tener como objetivo fortalecer los sistemas de riesgos de desastres y la gestión de recursos hídricos; asegurar adecuados sistemas de drenaje relacionado a inundaciones; promover mejoras en la infraestructura de servicios básicos de agua potable y salud; promover actividades económicas para la diversificación de ingresos; y fortalecer sistemas de alerta temprana, entre otros

Para el caso de mitigación del cambio climático, la EAE puede ayudar a identificar cómo la PPP están contribuyendo a la reducción de gases de efecto invernadero, y está tomando en cuenta variables como eficiencia energética, uso de energías renovables, disposición adecuada de residuos sólidos, etc. Un ejemplo de ello es lo sucedido en Madre de Dios con la carretera Interoceánica y el aumento devastador de la minería ilegal.

En suma, una planificación con una evaluación ambiental estratégica para el desarrollo que internaliza la variable de cambio climático puede ayudar a inversiones sostenible que no se paralicen en el mediano plazo por conflictos sociales ni por problemas de fenómenos climáticos extremos.